Reencontrar la calma en Alòs de Balaguer
Colgando de las rocas queda encajonado entre el río Segre y el barranco del Prat.
Calles estrechas y empinadas, rincones cuidados y acogedores, el ruido del agua que se oye por todos lados, las fuentes, el salto de agua del Molí de Dalt, las huertas al lado del río, los merenderos, los senderos para caminar, las rocas que escalar, la Montaña de Sant Mamet, el Congosto de Mur, la pesca deportiva, la caza mayor del jabalí, las setas y las trufas, hacen de Alòs de Balaguer un sitio donde pasar unos días agradables.
Sin olvidar las huellas de un pasado remoto: los restos de un Ictosaurio y el yacimiento de la Cueva del Parco.
Muchas escaleras que recorrer
En Alòs de Balaguer se pueden hacer un montón de recorridos interesantes sin salir del pueblo, como por ejemplo las escaleras que van desde la Plaza del Pou hasta la carretera de la Font del Prat, pasando por el lado de la pista de baloncesto.
El agua
El pueblo está lleno de fuentes. Os podéis encontrar algún local llenando agua. La única diferencia que hay entre el agua de las fuentes y la de los grifos del pueblo es que la primera no está tratada, por esto pone sin garantía sanitaria .
Un día un conocido que estaba llenando garrafas nos dijo
"El agua baja de allí arriba. ¿Qué hay allí arriba? nada."
He de reconocer que en el par de meses que viví en Alós me volví adicto a su agua, y no soy demasiado amante de beber agua sola.
Las calles y sus casas
En el pueblo viven unas 60 personas de forma permanente, pero hay un montón de casas que se llenan, en momentos de descanso, con sus antiguos habitantes y sus descendientes, que se desplazaron a sitios mayores por cuestiones laborales.
Algunas casas son pequeñas y adaptadas a la roca de la montaña, los dinteles de las entradas son extremamente bajos. La mayoría de las calles no tienen capacidad para que circulen coches.
Áreas de recreo
En el riachuelo de la la Font del Prat hay una zona de picnic que tiene un espacio con columpios. En la pista que lleva a la minicentral, en la fuente de Espadella, hay otra zona de picnic, muy cerca de las pasarelas del estrecho de Mu.
La mini presa
A la presa, que se encuentra en la parte final del sendero de Mu, se llega más fácilmente desde Camarasa que desde Alòs, pero pertenece al municipio de Alòs.
La presa tiene un salto de 7.35 metros y dos turbinas con una capacidad de 4800 KWh. Su construcción en 1991 implicó la inundación del antiguo paso de herradura entre Alòs y los dos ríos de Camarasa, que con el tiempo se recupero poniendo unas pasarelas enclavadas en la roca y un puente colgante para cruzar el río. Los cambios le hicieron ganar en valor turístico y lo han convertido en un treking popular.
La capilla de Sant Miquel
Subir a la capilla románica del siglo XI de Sant Miquel nos da una visión aérea de todo el pueblo, la huerta, el río y el castillo árabe. Podemos hacer la excursión partiendo del monumento de Sant Esteve, pasando por el molino viejo dónde hay un salto de agua, y subiendo hacia Lo Camp dónde hay la iglesia.
En el monumento de Sant Esteve está marcado el nivel que alcanzó el agua en la riada de 1982. El estrecho de Mu convirtió Alós en un gran embalse.
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